lunes, 8 de febrero de 2016

Museo del Grabado de Marbella y Liba Clark en el "Hospitalillo"

(Galería de Fotos de Sabine Bückmann al final)

    El pasado viernes se celebró el evento anual que la Asociación de Amigos del  Museo de Grabado Español Contemporáneo de Marbella. Como siempre la celebración se organiza para celebrar su existencia y reunir a sus socios, autoridades e invitados en torno a la actividad artística que el citado centro cultural exhibe y realiza. En esta ocasión fue particularmente especial porque se celebró fuera del Museo y porque estuvimos arropados por una muestra de la pintora checa Liba Clark.
   
    El Centro Cultural Hospital Real de la Misericordia fue el magnífico escenario de esta efeméride pues desde el verano pasado está cerrado el Museo en espera de una remodelación y ampliación de sus instalaciones. A pesar de echar de menos tan emblemático edifico y su colección tuvimos la suerte de disfrutar del “Hospitalillo” cuyo atrio central acogió a una numerosa representación de los socios de Amigos del Museo, a la responsable de cultura Gema Midón, al director de exposiciones del ayuntamiento de Marbella D. Germán Borrachero, a concejales de la oposición muy implicados en la cultura de la ciudad y a un buen número de invitados amantes del arte, de la institución y candidatos a socios de la institución.

    Un dúo de músicos amenizó la velada que se inició con la alocución de la Presidenta Doña Blanca Molet Girón que mostró su satisfacción por los muchos amigos del Museo que asistieron al evento y habló sobre las actividades que se están realizando aunque fuera de las instalaciones por la proximidad de las obras. Son numerosos los talleres de grabado que se están impartiendo en el C.C. Cortijo Miraflores, excursiones a ciudades culturales y exposiciones como la que el Museo del Grabado ha organizado en el Hospital Real de la Misericordia y que puede ser visitada en estos momentos.

    El Doctor en Historia del Arte D. José Luís Plaza Chillón fue el encargado de presentar la muestra de pinturas de Liba Clark que colgaban de las paredes del claustro del citado “Hospitalillo”. Como siempre, la erudición y la pasión del Doctor nos llevó a apreciar en su justa medida la obra de la checoslovaca  Libuse Anna Cibulkova (Nombre original de la artista).
Por cierto, que la obra de arte del cátering es trabajo de Maite Azcúe que hizo muy buen precio teniendo en cuenta los fines. ( Su Tf: 607681717)
Liba, cuyo  padre tenía un negocio de letreros y carteles pintados a mano. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Praga, donde se graduó en 1946. Este mismo año ganó una beca para estudiar en l'Ecole des Beaux Arts en París, en aquella época la academia más prestigiosa. De viaje por tren de Praga a París le impresionó mucho el desastre ocasionado por la guerra en Europa. En Checoslovaquia, ya comunista, las posesiones de la familia fueron tomadas por el gobierno. En París los tiempos eran duros aunque la vida cultural florecía. En esta ciudad conoció a Picasso.

Durante sus primeras vacaciones de verano se fue con una amiga francesa a la villa de su familia en Argel (en aquella época, colonia francesa). Allí se encontró con un joven marinero inglés, Richard (Dick) Clark. Dos semanas más tarde se casaron en Praga. Dick había sido capitán en la marina mercante británica durante la guerra, y con la llegada de la paz había comprado un velero y transportaba carga de Marsella al norte de África, donde se encontraron. Durante varios meses viajó con él, y después del nacimiento de dos hijos (uno en Tánger, el otro en Praga) y una estancia breve en Inglaterra, Dick obtuvo un empleo en tierra firme como superintendente marítimo en las islas de Salomón, en el Pacifico Oeste. La familia cambiaba de país según el empleo de Dick. Después de las Islas de Salomón, se trasladaron a las islas Gilbert and Ellice (actualmente la nación insular de Kiribati). Liba volvió a pintar, grabar y dibujar, tomando como modelos las caras y cuerpos de los isleños. De esta época quedan algunas obras, quizás influenciadas por las de Gauguin.

Tras tres años en el Pacifico, la familia regresó a Inglaterra y vivió en East Anglia. Liba se unió al el prestigioso Twenty Group (Grupo de Veinte), formado por veinte artistas de la zona, que organizaba exposiciones y discutían sus obras. Participó en exposiciones anuales y ganó el primer premio de la Academia de Bellas Artes de Norwich en 1962 por un retrato al óleo.

Poco después Dick consiguió un empleo como asistente del capitán de puerto comercial de Kuwait, y juntos vivieron en el Golfo Pérsico. Liba enseñaba arte de vez en cuando en unas de las escuelas internacionales de Kuwait, y montaba exposiciones en algunas galerías locales. Como artista vivió un periodo muy productivo, especialmente en obras de linóleo y grabados en madera. Su estancia en Kuwait duró casi diez años, mientras que sus hijos estaban en un internado en Inglaterra, y visitaban a sus padres en Kuwait cada primavera. Liba y Dick regresaba cada año a Inglaterra para veranear con sus hijos en su casa de Norfolk.

Los años setenta trajeron tiempos difíciles. Volvieron a Inglaterra y Dick vendió la gran casa para empezar un negocio de varadero (barcos de vacaciones de alquiler). Su hijo mayor falleció en un accidente laboral en 1973, y solo un año después la pareja se divorció. Liba seguía viviendo en una antigua y preciosa casa alquilada en una zona rural en el sur de Suffolk, pintando, dibujando y participando en varias exposiciones.

En 1984 decidió despedirse de Inglaterra y se dirigió sola a España para empezar una vida nueva. Un año más tarde compró una parcela cerca de Órgiva en las Alpujarras de Granada, y construyo una casa, con su propio estudio para pintar. Se volvieron años productivos, cada semana pintaba en su estudio con un grupo de amigos, compartiendo los gastos de los modelos. Continuaba pintando y exponiendo con creciente destreza, energía y placer. En 1987 ganó el primer premio en la Exposición Bienal de Grabados en Sapporo, Japón (por un linóleo hecho en Kuwait). La obra de estos años muestra, quizás, la influencia del fauvismo, aunque ella misma posiblemente no hubiera estado de acuerdo con esto. Ella simplemente pintaba, durante muchos años, como quería, cumpliendo sus sueños.

En sus últimos años surgieron problemas de visión (cataratas). No obstante, esta pintora de gran talento, logró desarrollar un estilo más expresionista, en el cual la pintura tenía tanto papel como las modelos.

Después de dos años de debilidad cada vez mayor, murió en su casa en las Alpujarras en 2013. Dejó una gran colección de obra, principalmente desnudos, paisajes, naturalezas muertas, linóleos, grabados de madera y dibujos.

  Este pasado verano se realizó en Cazorla una magnífica exposición que también ilustró nuestro admirado Plaza Chillón con palabras como estas: “Si la vida es evasión y los mitos surgen de la necesidad de esconder los sueños, acaso no haya sido la ajetreada vida de Liba Clark, una utopía ajena a la aflicción, pero repleta de esa dicha que arrastra  la pasión hacia tormentos y tempestades, en una continua agitación de despertares, sonrisas, pétalos de rosas que florecieron sin conciencia."

    Una vez más los Amigos del Grabado nos han concedido una noche deliciosa llena de impresiones multisensoriales que nos hacen sentirnos orgullosos de ser seres evolucionados. El intelecto nos proporciona la libertad de usarlo para lo que elijamos.

Texto de Ana E.Venegas y Arte Informado
Fotografía de José A. Correa

Galería de Fotos de Sabine Bückmann 




























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