miércoles, 22 de enero de 2014

Tertulia Literaria de Enero: “Leche” de Marina Perezagua.


    La primera tertulia del año 2014 se celebró el pasado día 20 con la presencia extraordinaria de la autora de la obra que comentábamos. Marina Pérezagua tuvo la gentileza de aceptar nuestra invitación, así como la tolerancia de apreciar todos nuestros comentarios y preguntas.

    La escritora llegó con puntualidad británica, fue presentada personalmente a todas las asistentes y se puso a nuestra disposición para aceptar las críticas y contestar nuestras inquietudes por más de tres horas.

    Tras las presentaciones se inició la ronda de opiniones siendo la apreciación más recursiva la gran impresión que había causado “Leche”. Todas estábamos conmovidas por los temas y por su técnica de exposición. Sí es cierto que algunas no sabían decir si le había gustado o no, o si se podría decir que la obra de Marina gusta o no, no se trata de un paisaje neutro, ni de una temática cómoda, las relaciones con padres desnaturalizados, la enfermedad de la guerra, el sexo diverso, el japonismo más inquietante… La genialidad de Marina está en la creación de universos inimaginables, “imaginar lo inimaginable”, como apuntaron nuestras cultivadas tertulianas, con una prosa preciosista, donde se estima el trabajo inconformista, con metáforas, símiles y adjetivos que fueron apreciados por su originalidad, inteligencia y estética. La autora confesó que se trabaja tanto su técnica lírica que recurre a su metrónomo, reminiscencia de su formación musical, para dirigir el ritmo con el que progresa su prosa.

    La esperanza, la adaptabilidad, el rincón positivo dentro de la atrocidad, de la extravagancia, del suspense “cienciaficcionano” es un contrapunto que la Perezagua imbuye a sus relatos cortos, así fue puesto de manifiesto por varias socias que encontraron muy necesaria la lectura de estas pequeñas joyas, edificantes y conmovedoras, necesarias para sentir, para apremiar la conciencia de vivir.

    Entramos en debate sobre la importancia del relato corto en Sudamérica en contraposición con Europa donde a veces, equivocadamente según la opinión de algunas participantes, se le considera un género menor, como si quien escribiera un relato no fuese capaz de escribir una novela. Recordamos la importancia de grandes autores como Borges, Poe, Cortázar o García Márquez y de la complejidad de la técnica, reconociendo en conjunto que Marina es una escritora con un presente pleno de herramientas, creatividad y conocimientos para hacerlo superlativo.

    Hubo numerosas aportaciones sobre las alusiones a autores clásicos como Skakespeare y contemporáneos, denotando el gran bagaje cultural de la escritura y la facilidad para ponerlo en alza sin pasar por el barroquismo o la jactancia. Así mismo, hubo referencias a películas y obras de arte que han influido en el inconsciente y a veces en el consciente de la escritora a la hora de dar cuerpo a sus relatos, “El Gran Azul”, “Mi Querida Señorita” y especialmente a la japonesa Okuribito” (“Despedidas”) de Yojiro Takita como muestra de esa diversidad sexual que obsesiona a la escritora, no en vano está trabajando es su Doctorado sobre la Intersexualidad en la literatura, tema que causará con toda probabilidad una revolución en los movimientos críticos literarios, como bien ha apuntado nuestra presidenta, Garbiñe Larrazábal,  Marina va más allá del punto de vista Queer, la “gay-lesbian” Critic es demasiado encorsetada para la mentalidad absolutamente “gran-angular” de la Perezagua.  

    Es necesario decir que alguna socia insistió en que hubiera un motivo de denuncia de la pederastia o de la guerra que justificaran las duras imágenes dibujadas por el verbo de Marina, sin embargo la autora afirmó que su intención no es la denuncia, más bien la comprensión, la tolerancia del ser y el apreciar que en toda tragedia hay, horriblemente, algo positivo.

Marbella, 22 de Enero de 2.014

Ana E.Venegas

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